Geobiología versus PSICOGEOBIOLOGÍA

Con Javier Petralanda

En este vídeo, segundo de una serie de trece conferencias impartidas durante el PRIMER CONGRESO de GEOBIOLOGÍA, LA TIERRA VIVA, durante el mes de mayo de 2021, Javier Petralanda plantea experimentar la geobiología como un intento particular de aproximación a la comprensión de los fenómenos que interactúan entre sí para crear y mantener la vida.

Javier Petralanda junto al menhir de Amalurra

Según Javier, intentar explicar la vida y sus procesos en términos exclusivamente materialistas carece de sentido, ya que la vida no se presta a especulaciones mentales como nos tiene acostumbrados el dogma materialista. La materia en todo caso, sería el último eslabón de una multitud de factores que no son precisamente físicos. Así pues, por una parte, la materia, y por otra, fenómenos intangibles y misteriosos como los innumerables espectros energéticos que, junto al sentimiento, la emoción y el alma o espíritu, forman un sistema infinitamente complejo imposible de analizar desde coordenadas mentales ordinarias, pero que no podemos obviar desde la experiencia humana y es esencial para comprender algunos fenómenos que acontecen en una casa y en su entorno, en ese lugar donde elegimos desarrollar nuestro proyecto de vida.

Teniendo en cuenta todo esto, asociar al término geobiología uno nuevo como el de psicogeobiología para definir mejor lo que acontece en los edificios y en los lugares más allá de lo físico, como las emociones e historias inmanentes en la memoria de los lugares y que el geobiólogo no puede evitar experimentar al sentir el lugar, parecería realmente apropiado.

“Intentar entender la vida en términos de materia es pretender meter el océano en un agujero excavado en la arena de una playa”

Cómo vivir y disfrutar de las emociones a través del Feng Shui.

Con Alexandre Gama

En este vídeo, el sexto de una serie de trece conferencias impartidas durante el PRIMER CONGRESO de GEOBIOLOGÍA, LA TIERRA VIVA, durante el mes de mayo de 2021, Alexandre Gama nos enseña a observar, comprender, y cambiar nuestras emociones desde el Feng Shuí.

Alexandre nos muestra cómo, las emociones, en realidad no son ni negativas ni positivas, en realidad son respuestas acordes a las circunstancias que las generan. No obstante, estamos de acuerdo en que las llamadas emociones negativas se denominan así debido a que son difíciles de vivir, ya que siempre atienden a una necesidad, son una respuesta ante un riesgo físico o social.

El ambiente que nos rodea, también es un estimulante emocional debido a la información que incorpora, por esta causa, al modificar un ambiente cambiamos la información subyacente, el estímulo exterior, y si lo hacemos desde la visión consciente del Feng Shuí, podemos contribuir a la liberación de patrones antiguos expresados en la decoración y la distribución del espacio inconscientemente, sanando y liberando la experiencia de vida de las emociones que no nos resultan agradables y que hemos aferrado en el ambiente.

A través de la información del espacio, desde los conocimientos ancestrales que provee el Feng Shuí, podemos sanar y afrontar las emociones a las que nos aferramos y que bloquean el fluir de nuestras vidas, exigiéndonos un gran esfuerzo, y para ello, Alexandre propone aplicar pequeños cambios con los que obtener grandes resultados y transformar nuestras vidas, disfrutando de nuestras emociones conscientemente, adquiriendo mayor compromiso y libertad.

“El Feng Suhí es un arte para la libertad a través de la dimensión de nuestro entorno”

La Armonización de los lugares como un hecho real

Con Daniel Rubio Guerrero

En este primer vídeo que forma parte de una serie de 13 conferencias impartidas durante la celebración del PRIMER CONGRESO de GEOBIOLOGÍA, LA TIERRA VIVA en mayo de 2021, vamos a abordar la armonización de “un lugar” desde la personal y singular perspectiva de Daniel Rubio Guerrero, quien a través de los conocimientos y técnicas que ha adquirido en su dilatada experiencia como geobiólogo, expone su visión a través de unos ejemplos prácticos de proyectos de armonización que son realmente interesantes por los resultados obtenidos en cada una de las experiencias.

Plano armonización con trazados reguladores

Daniel nos presenta una visión que pretende llevar un lugar, desde su propia naturaleza hasta su máxima expresión y alcanzar así todo su potencial, a pesar de las dificultades que entrañe la naturaleza geobiológica del terreno en el que se va a edificar o en el que ya se encuentra el edificio.

La armonización se alcanza interviniendo a través de las formas del lugar y sus emisiones, junto con aquellas geometrías surgidas del continuo movimiento de la mecánica celeste en referencia al lugar del mundo elegido, y también, del peso y la densidad del edificio, que es su presencia material en la vida. Además, Daniel utilizará la inserción de cristales minerales y el ordenamiento del mundo vegetal, siempre desde el carácter personal de cada cristal y cada planta, así como la imprescindible implicación de los habitantes de la casa para dotar de consciencia al complejo sistema.  Así se obtienen los elementos del gran diseño de la geometría esencial del lugar, que primero logra mejorarlo y después, armonizarlo, hasta alcanzar el objetivo final, que es llevarlo a su máxima belleza vibratoria y hacerlo consciente.

“El trabajo, hay que realizarlo desde una dimensión profunda y sagrada de la vida”

Restaurar el contacto con la TIERRA


Con el Dr. Jorge Carvajal

Fragmento extraído del vídeo El médico, el lugar y la salud.
Antes que nada, es restaurar el contacto con la tierra, esa es la principal medicina.
Estamos naciendo en el campo de la medicina a una cosmovisión mucho más amplia en la que se contempla la relación cuerpo tierra.
En la evaluación de muchos de los trastornos clínicos crónicos se observa que el primer gran común denominador es la perdida de contacto con la tierra. Si no estamos en contacto con la tierra no estamos en contacto con la mayor fuente de electrones que tenemos.
La vida es un plasma electrónico activado, tenemos vitalidad y tenemos vida mientras haya flujo de energía y el flujo de energía es flujo de electrones. La tierra es electronegativa y nuestra vida se nutre de esas cargas eléctricas que vienen de la tierra.
Aislados de la tierra acumulamos cargas electropositivas que nos fatigan y roban nuestros electrones provocando un proceso oxidativo.